Tuesday, August 22, 2017

Trance

Y aquí estoy yo ahora, intentando ver más allá de lo que mis ojos me permiten, mirar más allá de mi ventana entrecerrada y las cortinas rosas que le intentan dar algo de luz a mi recámara solitaria y vacía. 

Me enchina la piel recordar su nombre. Me da asco y repulsión, y al mismo tiempo me excita y me mece entre sus letras, y sigo arrumbada entre los huecos que hacen los resortes de mi cama, oliendo su aroma a perfume barato y shampoo penetrante que me revuelve el estómago.

Estoy al borde del vacío justo donde se mece esa piedra que no quiere caer pero se ventila con el mismo aire que pasa por ella. Mi mente me comienza a hablar diciéndome que he sido una idiota toda mi vida y que en realidad es algo que yo quería que pasara, porque digo, uno nunca sabe lo que tiene hasta que estás al filo de la navaja junto a la persona que pensaste podrías confiar.

Mi estómago me pide a gritos comer y lo único que hago es alimentarlo con cigarrillos, ni siquiera un vaso de agua porque ya en realidad no tiene sentido.

Mi vida se tornó en un holocausto, una película de terror y drama, ahora no sé si sigo siendo yo la protagonista de la historia o simplemente la persona que escribió el libreto y se marchó antes de pasar vergüenza por la basura que creó.

Siento que vivo en un trance del cual mi mente no me deja escapar, y me sostiene, como aquella cadena que sostenía mis ganas de salir del peligro que era estar cerca de ti.

No sé si esto es real, me siento más vacía que nunca, como un zombie que camina entre la gente simplemente vagando entre sus pensamientos ilusos, sin importarle el como lo miran los demás.


Lo más importante es que ahora estoy sin ti, y debería sentirme dichosa por seguir "sobreviviendo" como todas las personas "cuerdas" de este mundo tan grotesco, pero no, te has llevado mis ganas de comer, coger y vivir.



Monday, August 21, 2017

Me encuentro recostada en mi cama, con el estómago vacío y una paranoia que me llega de repente. De la nada te pienso y me estremece la idea de saber que sigues por ahí, vagando como si nada, sintiéndote como si todo.

Entre calles vacías y huecos enormes de dolor y pesadez sigues andando, sintiéndote tan normal de marchitar los pétalos de las hermosas rosas que tocan tus labios, me angustia la idea de andar sin rumbo fijo, sin mirar con los ojos bien abiertos hacia el horizonte, de que ames con tanta pasión los precipicios y a las voces que suenan bajito en tu cabeza revuelta.

Vodka. Ron. Whisky. Que más da cuál sea el alcohol que bebas, seguirás teniendo esa mirada obstinada y egoísta de no amar a nadie más, ni a ti mismo, y aún así sigues causando... causándote dolor.

Jamás llegarás a comprender una mente cuerda, o las palabras humildes de la gente que te aprecia, pero sigue así con tu vida. Pronto estarás donde sea que desees estar. 


Suicida al final de todo.  


Lección

Me besó de manera violenta e hicimos el amor; por la mañana me dejó desnuda entre su olor en mi cama y se marchó para siempre.


Esa fue mi primera lección de poesía.

Labios muertos y besos tristes

Besos con la muerte, sus ojos de misterio me envuelven y me incitan a caer en lo más profundo de su ser, creerle de nuevo y volver a sentir sus frias manos, para volver a darme cuenta que el es el mismo infierno encarnado.

Tuesday, August 15, 2017

Buen viaje

Volví a caer en tus ojos de abismo y en tus misteriosas calles sin salida. Cuando me creía que no volvería a pasar, que esta vez no quedaría en ridiculo de nuevo por intentar doblegar mi necesidad de saber de ti, que me volvería a morder los labios, aunque esta vez lo doble de fuerte que la última vez, cuando te vi partir.

Justamente creía que no volvería a creer en ti, que tus palabras de amor ya las he escuchado antes, y que hasta yo misma las digo para hacerles creer a los ilusos sin sentido que podrían llegar a tener una pizca de mi corazón.

Cobarde, tonto, idiota. Lo eres, pero lo soy más yo, por confiar nuevamente en tus mentiras, por aventarme de nuevo al vacío de tu mente, de tu alma, de tu ser.

Hace unos días me comentabas sobre tu muerte, y yo, estúpidamente creía que podría ser la única razón por la que intentarías aferrarte al borde del peldaño, que lo intentarías una vez más, que lo harías por mí. Pero no. Tu egoísmo te cegó de lo que es invisible ante los ojos de una persona que no desea ver.

Buen viaje, éxito, ánimo, toma la que mejor se acomode a tu sentir, lo que sea que le vaya bien a tu ego, y vete de una vez.