Volví a caer en tus ojos de abismo y en tus misteriosas calles sin salida. Cuando me creía que no volvería a pasar, que esta vez no quedaría en ridiculo de nuevo por intentar doblegar mi necesidad de saber de ti, que me volvería a morder los labios, aunque esta vez lo doble de fuerte que la última vez, cuando te vi partir.
Justamente creía que no volvería a creer en ti, que tus palabras de amor ya las he escuchado antes, y que hasta yo misma las digo para hacerles creer a los ilusos sin sentido que podrían llegar a tener una pizca de mi corazón.
Cobarde, tonto, idiota. Lo eres, pero lo soy más yo, por confiar nuevamente en tus mentiras, por aventarme de nuevo al vacío de tu mente, de tu alma, de tu ser.
Hace unos días me comentabas sobre tu muerte, y yo, estúpidamente creía que podría ser la única razón por la que intentarías aferrarte al borde del peldaño, que lo intentarías una vez más, que lo harías por mí. Pero no. Tu egoísmo te cegó de lo que es invisible ante los ojos de una persona que no desea ver.
Buen viaje, éxito, ánimo, toma la que mejor se acomode a tu sentir, lo que sea que le vaya bien a tu ego, y vete de una vez.
No comments:
Post a Comment