Esta noche tuve ganas de besarte, pero sigues ausente y me mata pensar en el tiempo en el que estabas y no me daba cuenta de lo mucho que te quería, de lo mucho que te iba a extrañar, o sobre todas las cosas de lo mucho que te llegaría a amar, aun sin ti estando aquí.
Esta noche tuve ganas de darte un abrazo, de esos que sólo tú sabes dar, aquellos que das de sorpresa y de repente juntas todas mis piezas rotas.
Esta noche escucho Dance Gavin Dance y me hace pensar en ti, como casi todas las cosas cotidianas que hago y que hacía cuando estabas conmigo, aquellas pláticas tumbados en tu cama, yo besándote ligeramente la mejilla e intentando hacerte creer que estaba hecha a tu medida.
Esta noche escucho tus mensajes y notas de voz, aquellas donde me dices que con una sobredosis de besos me vendrás a rescatar, y no tienes una idea de lo mucho que me aferro a eso, a la ilusión de tenerte de cerca nuevamente.
Esta noche tengo ganas de beber, pero no de beber otros labios, no de beber más alcohol, sino de beberte a ti, de saborear tus labios y que sientas mi sed de tu alma, de tu cuerpo, de ti.
Esta noche pensé en nuestra primera vez,donde me demostraste de la manera más absurda que te interesabas, aunque haya sido en lo más mínimo en mi.
Esta noche recordé esa noche donde lloraste al partir, donde no querías dejarnos atrás, donde me dijiste las historias que yo quería escuchar simplemente para detener mi llanto.
No tienes una idea de cuanto he llegado a quererte, a extrañarte, a pensarte, eres tan perfecto e imperfecto que me lastimas, pero esta noche, tan solo esta noche desearía escuchar tu voz nuevamente y sonreír, como lo hacía contigo.
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