Si, soy una puta. Porque la sociedad en la que vivo lo dicta con base a lo que ven sobre mi cuerpo. Porque la cantidad de hombres con los que he estado no igualan al afecto que he sentido por ellos, sino que lo sobrepasa.
Soy una puta porque mi ex novio me lo dijo al momento en que puso una mano sobre mi rostro y me golpeó, se que lo soy porque tuvo sus razones para llamarme de esa manera.
Soy una puta por la cantidad de tatuajes que llevo sobre mi piel, que sobrepasan el tabú de una mujer admirable dentro de mi familia y conocidos.
Se que soy una puta porque mi padre y mi tío abusaron de mi cuando era menor y mi familia pensó que me gustó, y se que la ropa que visto diariamente deja a los hombres con mucho que pensar sobre mi como puta.
Soy una puta aunque no quiera hacerlo porque la gente con la que vivo y convivo me lo dicen diariamente, quizá en broma o quizá en serio, pero se que lo soy.
Y lo que más me hace ser puta es la negación de que no soy una puta, sino todo lo contrario, soy una puta por vivir mi puta vida a mi puta manera, y eso me gusta aunque a los demás no.
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